Lejos de las promociones diarias en casinos online españoles o de la variada oferta de Occidente, el panorama en Japón es totalmente distinto. En un país donde el casino estuvo prohibido "desde siempre", el pachinko es el juego que se metió por las grietas legales para convertirse en una de las actividades de ocio más recurrentes entre los adultos japoneses.
Aprende todo sobre este juego que está a medio camino entre una máquina tragaperras y un pinball, es un fenómeno cultural propio de la isla.

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30 veces más efectivo que en los casinos de Las Vegas
El pachinko no es sólo una curiosidad, sino una industria de dimensiones que solamente en Asia se pueden ver. De hecho, se estima que los japoneses gastan cada año alrededor de 200.000 millones de dólares en pachinko. La cifra supera incluso a los ingresos anuales del juego en Las Vegas y hasta duplica los beneficios de la industria automovilística japonesa de exportación.
Los números confirman. El pachinko emplea a más personas que los diez principales fabricantes de automóviles del país y representa casi la mitad de las actividades de ocio de la población. De hecho, los 10.600 salones repartidos por Japón atraen cada día a millones de jugadores.
Detrás de esta industria también hay una historia tan compleja como el mismo Imperio del Sol Naciente. Buena parte de estos salones han sido propiedad de ciudadanos de origen coreano, que, al no poder acceder a otros sectores laborales en la posguerra, encontraron en el pachinko una forma de subsistencia (que terminó siendo muy rentable).
Aunque aparentemente Japón va rumbo a la legalización de los casinos, las proyecciones de crecimiento todavía no arriman a los números del pachinko. Falta demasiado camino por recorrer para que la oferta se parezca a la de Occidente.
¿Cómo se juega al pachinko?
Alguien que aterrice en Japón sin nunca haber visto una máquina de pachinko podría describirla como una versión vertical de un pinball mezclada con una tragamonedas de las que se encuentran en cualquier casino.
Aunque en la teoría parezca simple, en la práctica su mecánica tiene un grado de aleatoriedad y estrategia que la hacen única.
El jugador pone su dinero o sus fichas en la máquina y acciona una rueda para controlar la velocidad con la que las pequeñas bolas metálicas son lanzadas hacia un tablero lleno de pines y obstáculos.
La gravedad hace el resto: las bolas rebotan de forma "random" hasta llegar al final del tablero y una vez allí, si una de ellas cae en un agujero específico, el jugador recibe más bolas, lo que puede traducirse en premios o, más habitualmente, en más tiempo de juego.
Aunque el no tiene control total sobre el recorrido de las bolas, la habilidad para regular el giro de la rueda puede marcar algunas diferencias. Encontrar la fuerza justa para maximizar las probabilidades de acierto es parte del encanto de este juego.
¿Qué es el "plinko", el pachinko digital?
En paralelo al crecimiento del pachinko físico, algunas de sus variantes más lúdicas y dinámicas han empezado a abrirse camino en internet. Uno de los formatos más populares es el llamado "Plinko", que toma prestada la lógica del rebote de bolas, pero lo adapta a un estilo de juego de azar online.
Un buen ejemplo es Mega Fire Blaze: Plinko, un juego online que ofrece a los s una experiencia interactiva basada en niveles de volatilidad, bonificaciones especiales y multiplicadores de premios.
La idea es sencilla. Hay que elegir el tamaño del cargador de bolas, lanzar y ver cómo cada una desciende zigzagueando entre los pivotes hasta alcanzar una de las casillas inferiores. Allí, pueden activarse multiplicadores o funciones de bonificación como "Fire Blaze" o "Mega Fire Blaze".
Lejos de la estética tradicional del pachinko de los salones japoneses, el Plinko digital apuesta por gráficos llamativos, efectos visuales y la emoción del azar multiplicado. Las opciones de configuración permiten elegir la dificultad, el número de filas o la cantidad de bolas por lanzamiento.
En Japón no hay casinos, pero eso está a punto de cambiar
Pese al arraigo del juego informal a través del pachinko, Japón no ha contado hasta ahora con casinos legales al estilo occidental. Sin embargo, en algunos años esto podría dejar de ser verdad.
El gobierno japonés ya ha aprobado la construcción del primer complejo turístico con casino del país, que se ubicará en la isla artificial de Yumeshima, en Osaka. Las obras, que ya han sido demoradas, comenzarían este año y el proyecto de más de 7.000 millones de euros, estaría finalizado para 2030.
El objetivo final del plan es atraer a unos 20 millones de visitantes al año, entre turistas nacionales e internacionales, y generar ingresos anuales cercanos a los 4.000 millones de euros.
Así, marca un giro en décadas de política japonesa, cuya postura hasta ahora había sido reticente a abrir el juego de forma explícita. La expectativa, por tanto, es que este resort sea un hito tanto económico como cultural, aunque falten todavía años para verlo activo.