El sistema de rehenes - El lado oscuro de la falta de delincuencia en Japón

Japón

Por Kevin

¿Conoce el sistema jurídico japonés? ¿Ha oído hablar del término Justicia de Rehenes? En este artículo veremos el lado oscuro de la falta de delincuencia en Japón y lo despiadado que puede llegar a ser el sistema legal del País del Sol Naciente.

Japón suele ser elogiado por ser uno de los países más seguros del mundo, con unos índices de delincuencia excepcionalmente bajos. Esta seguridad es una de las razones que atrae a millones de turistas y expatriados al país cada año. Sin embargo, esta seguridad tiene un precio: el sistema legal japonés es extremadamente estricto, y ser detenido en Japón puede ser una experiencia aterradora, con pocas posibilidades de escapar a la condena.

La realidad del sistema jurídico japonés

Aunque la seguridad en Japón es indiscutible, el sistema jurídico del país esconde un lado oscuro. Japón es conocido por tener una de las tasas de condenas más altas del mundo, superando la de muchos países con regímenes autoritarios.

Este fenómeno se atribuye a menudo a lo que se denomina "justicia de rehenes", en la que los sospechosos pueden permanecer detenidos durante largos periodos sin cargos formales.

Este sistema, que pretende garantizar el castigo de los delincuentes, también pone en peligro la libertad de personas que pueden ser inocentes.

Vea a continuación nuestro vídeo completo sobre el tema:

¿Qué ocurre si te detienen en Japón?

Uno de los casos más sonados que llamó la atención de la justicia japonesa fue el de Carlos Ghosn, ejecutivo extranjero de un importante fabricante de automóviles japonés. En 2018 fue detenido bajo sospecha de fraude financiero.

Durante su detención, Ghosn permaneció recluido durante semanas sin cargos formales, se le negó el o con su abogado y su familia, y fue sometido a largas sesiones de interrogatorio sin la presencia de un abogado defensor.

Este duro trato ilustra las dificultades a las que se enfrenta cualquier persona detenida en Japón, donde a menudo se deniega la libertad bajo fianza y los casos judiciales pueden prolongarse durante años.

Ghosn, al sentir que nunca tendría un juicio justo, acabó huyendo de Japón de forma dramática, escondido en una caja. Su huida atrajo la atención de los medios de comunicación de todo el mundo y suscitó dudas sobre la imparcialidad del sistema judicial en un país democrático como Japón.

Detención prolongada y reiterada

En Japón, cuando una persona es detenida, puede permanecer bajo custodia hasta 23 días sin cargos formales, lo que es bastante más tiempo que en muchos otros países. Además, la práctica de dividir los cargos en varias partes permite a las autoridades prolongar indefinidamente el periodo de detención.

Un ejemplo de ello fue el caso de Katsuya Nakamura, detenido como sospechoso de manipulación bursátil. Inicialmente estuvo detenido 20 días, pero poco después de su puesta en libertad fue detenido de nuevo por otro cargo relacionado con el mismo delito, lo que prolongó su detención durante meses.

Estas prácticas hacen que el sistema japonés sea especialmente implacable con quienes se encuentran encarcelados, ya que la posibilidad de ser detenido repetidamente por cargos ligeramente diferentes puede mantener a un sospechoso en prisión durante mucho tiempo, incluso sin condena.

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Repercusiones y críticas internacionales

El caso de Carlos Ghosn no es el único que ha llamado la atención internacional sobre el sistema legal japonés. En 2019, también llamó la atención el caso de una artista que creó un kayak basándose en un escáner digital de sus genitales.

Fue acusada de distribuir material obsceno y estuvo detenida más de tres meses antes de ser acusada formalmente. Casos como éste ponen de manifiesto la rigidez del sistema y cómo incluso los delitos menores pueden dar lugar a largas detenciones.

La práctica de retener a sospechosos durante largos periodos sin cargos formales ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y juristas internacionales. Estas prácticas se consideran una violación de los derechos humanos básicos, especialmente del derecho a un juicio justo y rápido.

El concepto de "Mentsu" en la cultura japonesa

En Japón, uno de los aspectos más fundamentales de la sociedad es el concepto de "Mentsu" (面子), que hace referencia a la "cara" u "honor público". Este concepto está profundamente arraigado en la cultura japonesa e influye en el comportamiento de las personas en diversos contextos, especialmente en situaciones formales como el lugar de trabajo y las instituciones judiciales. Mantener la "cara" es esencial, y perder esa "cara" o hacer que otra persona la pierda se considera una gran falta de respeto y puede provocar una profunda vergüenza.

A diferencia de otras culturas, como la occidental, donde discrepar con alguien en público puede considerarse normal e incluso fomentarse, en Japón se evita a toda costa. Estar en desacuerdo con alguien, especialmente si ocupa una posición superior, se considera un ataque a su reputación y honor. Esto crea una dinámica en la que la gente prefiere estar de acuerdo, aunque sea en silencio, para evitar cualquier tipo de confrontación que pudiera suponer la pérdida del "Mentsu".

Mentsu y el sistema judicial japonés

Este concepto de "Mentsu" tiene una influencia significativa en el sistema judicial japonés. Cuando un caso llega a los tribunales, suele ser un de tres jueces el que toma la decisión, en lugar de un único juez como en muchos países occidentales. Estos jueces, a su vez, se enfrentan a presiones implícitas para no contradecir al fiscal que presentó los cargos. Declarar inocente a un acusado podría interpretarse como una crítica directa a la labor del fiscal, sugiriendo que no ha hecho bien su trabajo, lo que le haría perder "Mentsu".

Además, el propio sistema está estructurado de tal manera que evita enfrentamientos y desacuerdos incómodos. Esto significa que aunque un acusado tenga pruebas abrumadoras de su inocencia, la probabilidad de que sea declarado culpable es alta, ya que absolver a alguien sería un golpe para la reputación del sistema judicial en su conjunto. En una sociedad en la que es primordial mantener la armonía y evitar los conflictos, la presión para seguir el flujo del proceso acusatorio es intensa, lo que da lugar a un círculo vicioso en el que todos los detenidos acaban siendo declarados culpables.

Esta aversión a la confrontación también afecta al proceso de apelación. Apelar un veredicto es extremadamente difícil, ya que implicaría que los jueces anteriores cometieron un error, lo que llevaría de nuevo a la pérdida de "Mentsu" para los implicados. Como resultado, las apelaciones que prosperan son muy raras, y el sistema se vuelve casi impenetrable para quienes desean demostrar su inocencia.

Esta cultura de evitar la pérdida del "Mentsu" es uno de los factores que contribuyen al altísimo índice de condenas en Japón y a la dificultad de obtener justicia en un sistema que valora la reputación y la armonía por encima de la verdad y la imparcialidad.

Conclusión: Prepárese

El sistema judicial japonés es un arma de doble filo. Por un lado, contribuye a la excepcional seguridad del país, pero por otro, pone en peligro la libertad de individuos que pueden no haber cometido ningún delito. Si estás en Japón, es esencial que conozcas las leyes y los procedimientos legales, porque una vez detenido, las posibilidades de ser declarado culpable son aterradoramente altas.