La libertad religiosa en China es un tema complejo y frecuentemente debatido. Oficialmente, la Constitución china garantiza la libertad de creencia, pero, en la práctica, el gobierno impone diversas restricciones al ejercicio de la religión. La supervisión estatal sobre prácticas religiosas y la represión de ciertos grupos son aspectos que generan preocupaciones sobre los límites de esta libertad en el país.
El Partido Comunista Chino (PCC), que gobierna China, mantiene un fuerte control sobre las religiones, exigiendo que todas las actividades religiosas sean registradas y supervisadas por el Estado. Algunas religiones son oficialmente reconocidas y reguladas, mientras que otras enfrentan persecución, lo que genera críticas internacionales y relatos de violaciones de derechos humanos.
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¿Qué dice la Constitución China sobre la Libertad Religiosa?
La Constitución de China, en su artículo 36, declara que los ciudadanos tienen libertad de creencia religiosa. Sin embargo, esta libertad viene acompañada de restricciones. El gobierno prohíbe cualquier actividad religiosa que "perturbe el orden público", "perjudique la unidad nacional" o involucre "influencia extranjera".
Las cinco religiones oficialmente reconocidas por el Estado son:
- Budismo
- Taoísmo
- Islamismo
- Cristianismo Protestante
- Cristianismo Católico
Estas religiones deben operar bajo órganos estatales específicos, como la Asociación Patriótica Católica China y el Movimiento de las Tres Autonomías para los protestantes. El Vaticano, por ejemplo, no tiene control sobre la Iglesia Católica en China, ya que el gobierno nombra a los obispos.

La Libertad Religiosa en China es una Broma
Si no eres parte de las 5 religiones mencionadas anteriormente, no tienes libertad religiosa en China. Tomemos como ejemplo a los Testigos de Jehová, una religión cristiana que se basa en la Biblia. Como la organización no se encuentra entre las 5 religiones oficialmente reconocidas por el Estado, sus actividades son consideradas ilegales, y sus pueden ser objeto de vigilancia, arrestos y represión.
A diferencia de los países donde los Testigos de Jehová actúan libremente, en China son vistos como una organización ilegal. El gobierno chino reprime sus actividades, así como lo hace con otros movimientos religiosos no registrados, como las iglesias protestantes domésticas y el Falun Gong.
Aunque la Constitución china menciona la libertad religiosa, el Partido Comunista Chino (PCC) exige que todas las religiones operen bajo organismos estatales de supervisión, algo que los Testigos de Jehová rechazan, ya que su fe no permite involucrarse con la política o con otras organizaciones religiosas.
¿Cómo operan las religiones no reconocidas en China?
Debido a la prohibición oficial, los Testigos de Jehová en China deben practicar su fe de manera discreta y clandestina. A pesar de ser personas que fomentan la total obediencia a las leyes gubernamentales de su país, obedecen a Dios antes que a cualquier autoridad (Hechos 5:29).
Las reuniones se llevan a cabo secretamente en pequeños grupos, generalmente en casas particulares, y la predicación puerta a puerta, que es una característica de la religión, se realiza de manera muy reservada para evitar represalias.
Además, los adeptos toman precauciones rigurosas para evitar la detección por parte de las autoridades:
- No utilizan lugares fijos para reuniones, alternando los encuentros entre diferentes residencias.
- No tienen templos ni Salones del Reino, como en otros países.
- Evitan distribuir publicaciones impresas y, cuando es posible, comparten materiales religiosos digitalmente de manera sigilosa.
La vigilancia digital también es un desafío. Con el alto nivel de monitoreo en China, las Testigos de Jehová evitan discusiones religiosas en aplicaciones como WeChat, ya que el gobierno puede rastrear mensajes e identificar participantes.
Muchos de la religión ya han sido arrestados por participar en reuniones religiosas o por predicar. Hay casos documentados de Testigos de Jehová que han sido condenados a años de prisión simplemente por practicar su fe.
Por ejemplo, en 2019, un tribunal chino condenó a varios fieles a penas de hasta tres años de prisión bajo la acusación de "utilizar una organización religiosa para socavar la ley".
Muchos enfrentan dificultades en el trabajo o en la escuela debido a su fe. En algunos casos, las familias son presionadas a renegar a sus parientes Testigos de Jehová, y los empleadores pueden ser coaccionados a despedir a empleados que pertenecen al grupo.

Restricciones y Control Estatal sobre la Religión
Incluso las religiones reconocidas por el Estado enfrentan restricciones. Las iglesias y templos deben seguir directrices del Partido Comunista, y las actividades religiosas independientes están prohibidas. Esto ha llevado al cierre de iglesias domésticas, a la destrucción de templos budistas e incluso a la prisión de líderes religiosos.
Entre los grupos religiosos más perseguidos, se destacan:
- Musulmanes uigures: Enfrentan vigilancia intensa, detenciones masivas y campañas de reeducación en Xinjiang.
- Cristianos no registrados: Las iglesias subterráneas son frecuentemente cerradas y sus perseguidos.
- Falun Gong: Movimiento espiritual prohibido y severamente reprimido desde 1999.
Además, hay informes sobre la destrucción de símbolos religiosos, como cruces removidas de iglesias y la prohibición de celebraciones religiosas públicas sin autorización.
La Libertad Religiosa en China en Perspectiva Internacional
La represión religiosa en China es objeto de críticas de organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros. Estados Unidos y la Unión Europea frecuentemente condenan la persecución a los uigures y la represión a las iglesias cristianas clandestinas.
A pesar de las restricciones, la religiosidad sigue creciendo en China, especialmente entre los cristianos. Se estima que el número de fieles cristianos supere al de del Partido Comunista en los próximos años, lo que podría generar nuevos desafíos para el gobierno.
Consideraciones Finales
Aunque la Constitución china menciona la libertad religiosa, en la práctica, esta libertad está severamente limitada por el Estado. El control sobre las religiones y la represión de determinados grupos demuestran que el gobierno chino ve la religión más como una cuestión política que como un derecho individual. La situación de la libertad religiosa en China sigue siendo un tema delicado y objeto de debates internacionales.
Muchos países comunistas, autoritarios o socialistas como China, Rusia, Eritrea, Corea del Norte, Arabia Saudita, Turkmenistán y Emiratos tienen severas restricciones contra las religiones, a menudo ignoradas por aquellos que defienden este estilo de gobierno.
Es totalmente comprensible la prohibición de leyes que prohíben la perturbación pública. Pero tenga en cuenta que la libertad religiosa termina cuando se le amenaza con ser arrestado solo por reunirse para hacer oraciones o discursos o por mantener una neutralidad política debido a su fe.